Rodando por nuestro país: Pandita on road hizo su paso por Malargüe

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Luego de atravesar una enfermedad y superarla, decidió dejar la vida convencional de lado y recorrer el país junto a su Honda Biz 125.

Sofía tiene 27 años es oriunda de Funes, “el jardín de la provincia” en Santa Fe y con su Honda Biz 125 recorre la Argentina desde hace un tiempo.

Se encuentra en la segunda etapa de su viaje; la primera incluyó la ruta nacional Nº 3 hasta Ushuaia y la 40 hasta Bariloche. En esta segunda etapa está recorriendo desde Trevelin, Chubut, hasta San Juan por nuestra querida ruta 40.

“Somos mi moto y yo, la trato como si fuera mi hija”, confesó el viernes Sofía para Malargüe a Diario y agregó que este estilo de vida nació a modo de vacaciones, ya que contaba con pocos recursos. “Me encantó la idea de viajar así”.

Pero el destino le tenía un desafío. Sofía contaba con casa y un trabajo estable, hasta que una enfermedad, la cual logró superar, le hizo ver la vida desde otra perspectiva. Decidió vender todo y salir a rodar; pensar que a su moto se la había comprado 0 kilómetro para ir a trabajar.

“Me encontré con gente muy buena, solidaria, compañera en el país. Fue complicado al principio pero por prejuicios de con quién te vas a cruzar, esos miedos se van al salir a la ruta porque hay un montón de moto viajeros que te ayudan”, explicó Sofía y, cruzando los dedos, agradeció que nunca su Honda Biz “me dejó a pata”.

En Malargüe se quedó una semana para recorrer El Sosneado, los Castillos de Pincheira y la ruta de los Valles. Pero antes de continuar debió pasar por el taller de Fabricio Rodríguez ya que cometió un error queriendo regular las válvulas. Posteriormente siguió su viaje a Mendoza capital y seguirá hasta la provincia de San Juan.

En su moto lleva todo lo necesario por si no encuentra alojamiento, tiene idea de lo que quiere hacer pero también improvisa en el camino.

Según contó Sofía, ella es la primera en su familia en encarar este estilo de vida, de hecho, le tienen pavor a las motos.

Párrafo aparte merece su compañera de ruta. Con una autonomía de 4 litros que le permite recorrer 160 kilómetros en condiciones óptimas y su color original blanco casi imperceptible por la cantidad de calcos de “sus amigos más cercanos”, incluso de su marido quien la conoció como moto viajera y está feliz de que esté cumpliendo su sueño. Por las dudas, lleva un bidón de 5 litros debajo del asiento.

Respecto de cómo se visualiza en 10 años, Sofía expresó: “Ni idea, prefiero que la vida me sorprenda”.

 

Fuente: malargueadiario.com

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