Patricia Bullrich busca empoderarse.

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La candidata a presidenta de Juntos por el Cambio toma nota de que no todo es sencillo y que las brutales discusiones que mantuvo con Horacio Rodríguez Larreta tomarán más tiempo de lo previsto en cicatrizar. Ni los carteles le presta el derrotado y Mauricio Macri volvió a irse de viaje.

 

“Esto es un nuevo Juntos por el Cambio”, expresó el domingo en el programa Si Pasa Pasa, de Radio Rivadavia, Patricia Bullrich, y más tarde ratificó que no espera ni desespera por los apoyos que le puede llegar a dar Mauricio Macri, que para muchos analistas y dirigentes tiene “más ganas que Milei llegue al balotaje que de cualquier otra cosa”.

El público macrista, que es el núcleo duro de Juntos por el Cambio, tiene las mismas dudas sobre su inspirador que el de Unión por la Patria, en el caso de Cristina Fernández de Kirchner. Ambos públicos piden que sus viejos líderes le digan lo que tiene que hacer.

A diferencia de lo que hizo la vicepresidenta, que terminó aceptando la postulación de Sergio Massa, el más opuesto a todos sus dogmas, el expresidente de la Nación está por cumplir con su sueño de que en el balotaje estén compitiendo Javier Milei y Bullrich. El resultado de las PASO, sin embargo, reconfiguró todas las proyecciones y hasta sus propios pronósticos.

“Que Mauricio no esté en esta parte de la carrera electoral fue acordado con Patricia. Ella necesita transformarse en la conductora del proceso político que se viene, darle identidad propia a su campaña y en esta etapa él no suma. Pero que no te quede ninguna duda que Macri quiere que Bullrich sea la próxima presidenta”

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