Se definió a la empresa que se hará cargo de la explotación de sales de potasio con una inversión de U$S1.000 millones. Es uno de los grandes proyectos de Suarez.
«Con los trabajos que se han hecho en Hierro Indio, la exploración que va a empezar en Cerro Amarillo, lo que está ocurriendo en Vaca Muerta, estamos ante un momento importante en la historia económica de Mendoza para que comience a ocurrir lo que dijimos el primer día: que hay que ampliar la matriz productiva, hay que generar empleo genuino para que sea una provincia que no tenga estos niveles de pobreza (que es responsabilidad de la macroeconomía)”, dijo el gobernador. “Esta provincia está en condiciones de explotar económicamente cuando se acomode la macroeconomía en el país”, agregó Suarez.
Además, el gobernador indicó que fueron más de 30 empresas nacionales e internacionales las que participaron de este proceso de selección. «Aún en un contexto nacional muy desafiante, Mendoza vuelve a demostrar que puede gestionar grandes proyectos con los estándares más profesionales del mundo«, destacó Suarez.
Expectativas oficiales
«La reactivación de este proyecto duplicará las exportaciones de la provincia y generará ingreso genuino de divisas al país. Inicialmente, en enero de 2024, se incorporarán 60 trabajadores al proyecto capacitados a través del programa Enlace», publicó Suarez en sus redes sociales.
La empresa seleccionada realizará una inversión de 1.000 millones de dólares, con un plazo de construcción final del complejo de 5 años. Además, se prevé una producción anual de 1.5 toneladas con capacidad de exportación de 600 millones.
En tanto, destacó que para asegurar el cumplimiento de esta inversión, se ha establecido una cláusula de garantía en favor de la Provincia, que implica un pago de $100 millones de dólares en caso de incumplimiento en el primer año y $150 millones en los años siguientes».
Este es uno de los tres grandes objetivos de Suarez (junto a Hierro Indio y Cerro Amarillo) tras la decisión de dar marcha atrás con las modificaciones a la 7722 que él mismo había impulsado, y que limita la actividad minera, prohibiendo el uso de determinadas sustancias.
Los trabajos en la mina, que iba a ser operada por la empresa brasileña Vale, quedaron abandonados por la baja del precio internacional del potasio. Pero durante 2020 el gobierno le quitó la consesión a Vale y se firmó el traspaso de los activos a la Provincia de Mendoza.
Cabe recordar que Vale obtuvo la concesión del yacimiento de potasio en 2009 y, tras una millonaria inversión, en 2013 suspendió las actividades y paralizó las obras que se estaban desarrollando. Al año siguiente, la firma brasileña confirmó su desvinculación del proyecto.