El 90% de la población no sabe como votar con la Boleta Única.

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Los primeros primeros datos preocupan, es que se maneja desde la Junta Electoral señala que el porcentaje de votantes fue del 61.7% (272563), contra una inasistencia del 38,3% (169393).

Por otra parte, en algunas comunas el voto nulo llegó al 8% (San Rafael y Maipú); mientras que en otros promedió el 4% (Santa Rosa, San Carlos, Tunuyán y Lavalle). En tanto, expresó Garay que los índices “normales” del voto nulo ha sido en Mendoza de un 2%, promedio. De hecho, en las elecciones desdobladas del 2019, fue del 1,34%; mientras que en las PASO legislativas provinciales del 2021, fue del 3,4%.

La Argentina tiene un esquema de distribución de cargos electivos provinciales muy complejo. La Provincia de Buenos Aires, por ejemplo, realiza por ley sus elecciones primarias el mismo día que las PASO nacionales. “Podríamos estar hablando directamente de afiches, del tamaño de los de la vía pública, que oficiarían de boleta única; inclusive sin contar los cargos provinciales”, dijo a Chequeado Facundo Cruz, politólogo y docente de la Universidad de Buenos Aires y de la Universidad Torcuato Di Tella.

Al respecto, sostuvo que “en la Argentina es muy fácil crear un partido político” y que, por lo tanto, “al implementar la boleta única hay una decisión trascendental que tomar respecto de su diseño”. “¿Ponemos a todos o a algunos? Si hacemos la letra más chica, esto generaría inequidad en la accesibilidad, con particular afectación a los adultos mayores y a quienes padezcan disminución visual. La ubicación de las candidaturas en la boleta única sería por sorteo, lo que no necesariamente viene a generar las condiciones de equidad que promete este sistema. Hay una variable adicional: la fortuna. ¿El primero que aparece se lleva más votos que el que aparece al final de todo?”, planteó.

Cruz, además, sostuvo que “la boleta única no resuelve el problema de la lista sábana, que es cerrada y bloqueada, porque uno vota una lista completa y no puede elegir candidatos de una u otra lista”. “Ahora se votan listas. Con la boleta única también, eso no cambia”, aseveró.

Una aspecto negativo que cuentan los expertos es que la boleta única sólo muestra a los cabeza de lista y no a la lista completa de candidatos.

Tullio sostuvo que “cualquier transición de sistema requiere tiempo y progresividad”, pero que se trata de “costos aceptables”. Cruz afirmó que una reforma del sistema de votación “debe estar acompañada de otros cambios no visibles de la política para que la boleta única tenga sentido”, entre ellos, “el reconocimiento de los partidos políticos”. “Hoy, con 5 distritos se puede presentar una candidatura presidencial. Es un quinto del país. La boleta única se supone que viene a resolver problemas pero puede llegar a potenciarlos y a generar problemas que actualmente no tenemos”, aseveró.

El presidente de la Nación, Alberto Fernández, fijó postura sobre la boleta única: en contra. Dijo que el sistema actual, de boletas partidarias, “es una de las pocas cosas que anda bien en la Argentina” y que “nunca hubo cuestionamientos de fraude”, tras lo cual se preguntó: “¿Para qué cambiar?”.

También se expresó en contra de este instrumento la politóloga Diana Quiodo, quien hasta diciembre último fue jefa de la DINE y hoy cumple funciones diplomáticas en la Embajada de Argentina en Chile. La ex funcionaria dijo que “los proyectos de ley que empuja la oposición en el Congreso” sobre la boleta única “no solamente no resuelven los problemas que dicen querer resolver sino que además los agravan”.

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