Carrió enfrentada con Alfredo Cornejo, Patricia Bullrich y Rodríguez Larreta

Compartir nota

Desde la sombra, la líder de la Coalición Cívica avaló la salida de su partido del frente que conduce Alfredo Cornejo. El apoyo a Omar De Marchi en su carrera por la Gobernación es un desafío directo tanto a Patricia Bullrich como a Rodríguez Larreta, ambos encolumnados con el candidato radical.

Desde hace meses el «caso Mendoza» genera preocupación en Juntos por el Cambio. La posibilidad de que el diputado del PRO Omar De Marchi se fuera de la versión local de ese espacio (Cambia Mendoza) disparó presiones contra quien era su protector, Horacio Rodríguez Larreta. Al confirmarse la ruptura, el jefe de Gobierno porteño le soltó la mano y junto a Patricia Bullrich avanzaron en la intervención del PRO en Mendoza para que el partido se quedara en el frente a respaldar la candidatura a gobernador de Alfredo Cornejo. Pero la Coalición Cívica pateó el tablero y con la venia de de Elisa Carrió respaldó a De Marchi en su enfrentamiento con Cornejo.

Detrás de la decisión hay varios factores. Su relación de amistad con Gustavo Gutiérrez sin lugar a dudas fue una. Pero sobre todo, lo que Gutiérrez le informó que estaba pasando en Mendoza. El referente mendocino de la Coalición Cívica ha hecho pública su preocupación por la concentración de poder que ha logrado Alfredo Cornejo. Y acusa abiertamente a la UCR de ofrecer cargos e inmiscuirse en la vida interna de otros partidos de forma poco transparente.

A diferencia de Horacio Rodríguez Larreta, que le soltó la mano a Omar De Marchi en su carrera electoral, Carrió escuchó las palabras de Gutiérrez y tomó cartas en el asunto. El jefe de Gobierno porteño, lanzado como candidato a presidente, priorizó la unida de Juntos por el Cambio nacional por sobre los problemas institucionales que De Marchi asegura que existen en Mendoza. A pesar de que Alfredo Cornejo milita abiertamente la candidatura presidencial de Patricia Bullrich, acompañó la intervención del PRO en la provincia para que el sello se quede en Cambia Mendoza.

La jugada de Carrió en Mendoza es un síntoma más de algo que todos los días se torna más evidente. Juntos por el Cambio atraviesa la peor crisis desde su nacimiento. Y lo hace justo en la recta final de cara a las elecciones presidenciales y la posibilidad de volver a ser gobierno.

En CABA, Horacio Rodríguez Larreta jugó fuerte llamando a elecciones concurrentes y fue acusado por dirigentes del PRO de favorecer a Martín Lousteau como su sucesor. Hasta Mauricio Macri cruzó fuerte al jefe de Gobierno, igual que lo hizo María Eugenia Vidal.

En el radicalismo también se agigantan las diferencias y hace un mes en la fiesta de la Vendimia fue notorio como un sector del radicalismo encabezado por Alfredo Cornejo se alineaba detrás de Patricia Bullrich, mientras que a pocos metros pululaban por su lado Gerardo Morales y Martín Lousteau.

Por lo bajo, sin ostentar cargo alguno, Elisa Carrió sigue moviendo sus influencias y marcando límites a sus socios políticos.

Compartir nota