Anticiparon que continuará la sequía en Mendoza y tendremos un verano muy caluroso

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El especialista de Conicet Juan Rivera adelantó que seguirá la sequía en Mendoza hasta febrero y que el verano será muy caluroso, aunque no tanto como en Europa

El especialista en meteorología Juan Rivera adelantó que debido al fenómeno de La Niña la sequía dominará los meses más calurosos del año en Mendoza. Habrá muy pocas lluvias durante la primavera y el verano. También sostuvo el científico que será un verano muy caluroso y que los cambios climáticos han llegado para quedarse y Mendoza debe prepararse para enfrentarlos.

Juan Rivera es doctor en Ciencias de la Atmósfera y los Océanos del Programa regional de Meteorología del Conicet, y tuvo una larga entrevista en el programa Hora Libre de radio Nihuil. Aseguró que la nieve caída este invierno en alta montaña no alcanza a palear la falta de estas precipitaciones que llevan un déficit de años.

Consultado Rivera sobre el tiempo que lleva sin llover en Mendoza, dijo: «En términos generales, Mendoza atraviesa en los meses más fríos su estación seca. Entonces no es de esperarse la ocurrencia de tormentas ni precipitaciones significativas. Con la entrada de la primavera, ya comienzan a aparecer en el radar algunos eventos que van a empezar a marcar la época de inicio de las lluvias en la región».

Respecto a si la causa de esta falta de lluvias, que es normal en esta época, se le sumaba alguna otra causa, el meteorólogo explicó: «Si bien el fenómeno de La Niña juega un papel más importante en la zona pampeana, en el Este de Argentina, tiene su coletazo en la región de Cuyo también. Parte de ese déficit de precipitaciones, que en algunos puntos, sobre todo en , está regido por el fenómeno de La Niña, que comenzó en el 2020, o sea que se extiende por tercer año consecutivo». el Este de la provincia, alcanza los 100 milímetros, que son el 30% o 35% de las precipitaciones anuales».

 

Se va la Niña y llega el Niño

Junto a la mesa del programa radial, Rivera recordó que en mayo de 2016 fue la última vez que llovió mucho en época invernal. «Fueron 23 días de precipitaciones sobre los 31 días del mes, y fue un récord, y estuvo bajo la influencias del fenómeno opuesto, el fenómeno de El Niño, que favorece la ocurrencia de mayores precipitaciones y acumulados de nieve en cordillera. Esos inviernos fueron los últimos donde se registraron algunas nevadas de relevancia en la provincia.

Sobre cómo vendrán los cambios, el especialista del Conicet adelantó: «Se puede predecir que habrá una transición de la Niña a una fase neutral, donde no va a predominar ninguno de los dos fenómenos, y eso se daría, sobre todo, a fines de nuestro verano, por lo cual queda una última parte de la influencia de La Niña, por lo menos hasta febrero, y ya después empezarían a dominar condiciones neutrales, y ojalá todos los meteorólogos y a los que nos gusta la nieve y el agua, creemos que evoluciona hacia un fenómeno de El Niño para tener nieve y agua a disposición».

 

Las nevadas de este año fueron insuficientes

Consultado sobre si las nevadas de este invierno ayudarán a recuperar el recurso hídrico, Rivera lo negó. «Hay un déficit de agua que se viene arrastrando desde hace muchos años. Tampoco es que un año nevador va a salvar la ecuación, porque indudablemente va a haber mucha parte del ecosistema que va a estar resentida por esta falta de precipitaciones, y esa nieve o agua va a tener que suplir esas necesidades que vienen faltando hace mucho tiempo».

Luego agregó: «Hay otro factor, y es la temperatura alta, que también quita esa agua del suelo y genera un stress en las plantas, y hemos visto que, si bien el invierno estuvo más frío de lo normal, pero la proyección de los meses de primavera y verano indican que las temperaturas serán mucho más altas. Entonces eso implica un stress extra a los cultivos».

 

Transición pero con verano caluroso

Si bien se anticipa un verano más caluroso, el doctor en Ciencias de la atmósfera destacó que no será tan severo como en Europa. «La diferencia que tenemos en el Hemisferio Sur, es que al ser más oceánico y menos continental, el océano tiende a amortiguar este calentamiento, y las anomalías de temperatura ocupan regiones muy limitadas en los territorios. De todos modos no podemos descartar que hayan olas de calor.

Sobre la influencia de los cambios climáticos, y si son temporales, el científico explicó: «Estos son como una pequeña muestra del futuro, porque estos cambios, como lo indican la mayoría de los modelos climáticos, es que han llegado para quedarse, respecto a estas condiciones de menos nieve en alta montaña, o mayor frecuencia de la ocurrencia de olas de calor. Esto es atribuible a los cambios climáticos generados por las actividades humanas».

Para concluir, las noticias que dio Rivera no fueron las mejores. «Lamentablemente son parte de un panorama que no nos gusta, y sobre todo en una provincia donde dependemos fuertemente del recurso hídrico que cada vez es menor. Es una problemática que Mendoza va a tener que enfrentar», finalizó.

 

Fuente: diariouno.com.ar

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