Lula da Silva venció por menos de dos puntos a Jair Bolsonaro y será el nuevo presidente de Brasil

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Unos 150 millones de personas estaban convocadas a elegir entre el mandatario Jair Bolsonaro y su rival Luiz Inácio Lula da Silva en un balotaje histórico, marcado por el escándalo generado por operativos en las rutas que demoraron a votantes del líder opositor.

Luiz Inácio Lula da Silva se convirtió este domingo en el presidente electo de Brasil tras ganarle al mandatario Jair Bolsonaro en un histórico balotaje que permitirá que el líder de izquierda llegue al poder por tercera vez en la mayor economía de Latinoamérica y principal socio comercial de Argentina.

Lula se impuso por 50,83% al 49,17% al mandatario de ultraderecha en la segunda vuelta de estos comicios, que coronan una de las campañas más violentas en Brasil desde el retorno a la democracia, según datos del tribunal electoral, con el 98,81 por ciento del escrutinio.

Unos minutos antes de que se conociera oficialmente su victoria, Lula, de 77 años, publicó en Twitter una imagen de su manos sobre la bandera brasileña y la palabra «democracia».

El líder del Partido de los Trabajadores (PT) salió en la noche de este domingo de su casa en la zona oeste de Sao Paulo para hacer un pronunciamiento.

Vestido con camisa azul de jean, Lula viajaba en un automóvil blindado hacia hotel Intercontinental, donde está montado su bunker para luego festejar en la Avenida Paulista.

«Esta elección no define solo un modelo de país, sino que define un modelo de vida para los brasileños», sostuvo hoy después de votar cerca de San Pablo, en la misma escuela donde se votó a sí mismo por primera vez para presidente en 1989.

«Por eso, es la elección más importante de mi vida, por un proyecto para que la democracia sea vencedora», agregó.

El veterano líder de izquierda abogó por relanzar el proceso de integración sudamericana y latinoamericana, reforzando el Mercosur y recomponiendo a la Unasur para poder negociar con las grandes potencias en pie de mayor igualdad.

El ultraderechista Bolsonaro sufragó en Río de Janeiro y se mostró confiado en vencer «si Dios quiere» y «por el bien de Brasil».

El presidente, de 67 años y en el poder desde 2019, se presenta como el paladín de los valores familiares tradicionales, opuesto al aborto y al matrimonio igualitario y a la educación sexual integral.

 

El discurso de Lula tras el triunfo: «Deforestación cero»

“Bajo nuestro gobierno, pudimos reducir la deforestación en el Amazonas en un 80%. Ahora vamos a luchar por la deforestación cero”.

“Hoy le decimos al mundo que Brasil ha vuelto. Que Brasil es demasiado grande para ser relegado al triste papel de paria del mundo. Recuperaremos la credibilidad, la previsibilidad y la estabilidad del país, para que los inversores vuelvan a confiar en Brasil”, afirmó el mandatario electo. Y prometió la reindustrialización de Brasil: “Invertiremos en la economía verde y digital, apoyaremos la creatividad de nuestros empresarios y emprendedores. También queremos exportar conocimientos”.

“Estoy aquí para gobernar este país en una situación muy difícil, pero con la ayuda del pueblo vamos a encontrar una salida para que el país vuelva a vivir democráticamente”, afirmó Lula da Silva junto a sus compañeros del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) desde un hotel de la ciudad de Sao Paulo.

“A partir del 1 de enero de 2023 gobernaré para 215 millones de brasileños, y no sólo para los que me han votado. No hay dos países. Somos un Brasil, un pueblo, una gran nación.”

“A nadie le interesa vivir en un estado permanente de guerra. Este pueblo está cansado de ver al otro como enemigo. Es hora de bajar a las armas. Armas matan y nosotros escogemos la vida”

 

Denuncias durante las votación

Ante las denuncias del PT por irregularidades, el presidente del Tribunal Superior Electoral de Brasil (TSE), Alexandre de Moraes, aseguró que los operativos policiales montados en distintos puntos del país no impidieron que los ciudadanos pudieran concurrir a votar, como había denunciado el Partido de los Trabajadores (PT).

Si bien admitió que los procedimientos pudieron haber generado demoras para los ciudadanos, detalló que habían sido programados con anticipación e informados al Tribunal por la Policía Federal de Carreteras (PRF).

 

El bolsonarismo ganó el estado de San Pablo

El bolsonarismo gobernará por primera vez San Pablo, el estado más desarrollado y poblado del país, tras la elección en balotaje del exministro Tarcisio de Freitas, del Partido Republicanos, que derrotó a Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT), por 55,3% a 44,7%, según datos oficiales

Freitas, un militar que fue jefe de ingeniería del Ejército en la misión de la ONU en Haití en la primera presidencia de Luiz Inácio Lula da Silva, es el gran triunfador de la mano política del mandatario Jair Bolsonaro, que lo envió como candidato del oficialismo pese a haber nacido y vivido en Río de Janeiro la mayor parte de su vida.

San Pablo ratificó su vocación conservadora pese a que Luiz Inácio Lula da Silva apostó en dar batalla en el principal distrito electoral del país, venciendo en la ciudad capital y en la región metropolitana.

Republicanos, el partido de Freitas, está vinculado a la evangélica Iglesia Universal y logró así, después de haber gobernado la intendencia de Río de Janeiro, el gran premio consuelo para el bolsonarismo.

Freitas fue acusado de forjar un atentado para victimizarse y prometió retirar las cámaras de seguridad de los uniformes de los policías, algo que había reducido la letalidad y el gatillo fácil: estas banderas fueron tan importantes como el sentimiento contra el PT y Haddad.

La victoria de Freitas tuvo un envión inesperado, como el apoyo incondicional del gobernador Rodrigo García, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), la fuerza de Fernando Henrique Cardoso que estaba dividida entre apoyar a Lula o Bolsonaro.

San Pablo, que tiene un tercio del PBI del país y 33 millones de habitantes, es el principal polo industrial y financiero de Brasil, y administra dos de las mejores universidades de América Latina, la Universidad de Sao Paulo USP y Unicamp, en Campinas.

Haber vencido en San Pablo le otorga al bolsonarismo un refugio de poder inédito, con nombres como Gilberto Kassab, presidente del Partido Social Demócrata, y el pastor Marcos Pereira, titular de Republicanos.

 

En Bahía ganó el PT

En Bahía, en tanto, gobernado desde 2007 por el PT, el partido ratificó su hegemonía con Jerónimo Rodrigues, que sumó un 52,55% de los sufragios.

Rodrigues relegó las pretensiones de Antonio Carlos Magalhaes Neto, de Unión Brasil, heredero de la dinastía conservadora bahiana.

Otra disputa fuerte se dio en Río Grande do Sul, estado que tiene frontera con las provincias de Misiones y Corrientes, y donde Edoardo Leite, el gobernador del PSDB, ganó con el 57,11% de los votos, lejos del ultraderechista Onyx Lorenzoni.

En los estados de Minas Gerais y Río de Janeiro, los más importantes después de San Pablo, fueron reelectos sus gobernadores el pasado 2 de octubre, Romeu Zema y Claudio Castro, ambos bolsonaristas.

En Pernambuco, estado natal de Lula, la centroderechista Raquel Lyra, del PSDB, reunió algo más del 58% de los respaldos, y derrotó a Marilia Arraes, embarazada, nieta del líder socialista Miguel Arraes y candidata del partido Solidaridad, porque rompió con el PT y el Partido Socialista Brasileño (PSB).

En Santa Catarina, Jorginho Mello, del Partido Liberal, sacó una abrumadora ventaja, con 70,69%, muy lejos de Décio Lima, que apenas consiguió el 29,31%.

En Alagoas, en tanto, Paulo Dantas, del MDB, logró la victoria con un 52,49%, delante del postulante de Unidad, Rodrigo Cunha, que se quedó con el 47,51%.

De todas formas, Unidad tuvo su revancha en Amazonas, donde Wilson Lima acaparó un 56,67%, por encima de Eduardo Braga, del MDB, que solo tuvo un 43,33% de los sufragios.

El gobernador de Paraíba, João Azevêdo, del PSB, en tanto, consiguió otro mandato, al ganar con 52,51% de los votos, relegando las aspiraciones de Pedro Cunha Lima, del PSDB.

En Espirito Santo, Renato Casagrande, del PSB, retuvo la gobernación al sumar el 53,809% de los sufragios, delante del bolsonarista Carlos Manato.

En Mato Grosso do Sul, el gobierno estadual quedó para Eduardo Riedel, del PSDB, que alcanzó un 56,9% de los votos, con lo que derrotó a Capitan Conde, del PRTB, con 43,10.

Finalmente, en Rondonia, el aspirante de Unión, Marcos Rocha, fue reelecto y relegó al candidato del PL, Marcos Rogerio: fue 52,47% a 47,53%; y en Sergipe, Fabio Mitidieri, del PSB, ganó con el 51,70% de los votos, y se impuso al candidato del PT, Rogerio Carvalho, que reunió el 48,3% de los sufragios.

 

Fuente: diariouno.com.ar

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