El propio titular de BICE Fideicomisos anticipó que la Secretaría de Comercio de Matías Tombolini presentó la iniciativa ante los empresarios molineros. Ese Fondo se conforma con una retención extra que se hace desde abril a los derivados de la soja
El Fondo Estabilizador del Trigo Argentino daría un cambio de rumbo, según anticipó su titular, el mendocino Jorge Tanús. Tras el fracaso de la medida que no fue aceptada por la mayoría de los molineros, la Nación buscará subsidiar directamente a los panaderos con esa recaudación y así lograr el ansiado control en el precio del pan.
Hasta el momento, el Fondo del Trigo que subsidia la bolsa de harina «está funcionando», aseguró Tanús aunque con una cantidad de molinos inscriptos mucho menor a la proyectada por el exsecretario de Comercio Roberto Feletti.
Teniendo en cuenta este flojo funcionamiento de la medida es que el equipo de Sergio Massa busca darle una vuelta de tuerca al asunto. «El lunes tuvimos una reunión de carácter técnico. Lo que se está pensando es en no hacer la operatoria con los molinos, sino directamente con los panaderos», anticipó el mendocino.
De ese encuentro participaron, además de Tombolini, representantes de la Federación de la Industria Molinera (FAIM), la Asociación de Pequeñas y Medianas Industrias Molineras de la República Argentina (APYMINRA), y la Cámara de Industriales Molineros (CIM).
El Fondo del Trigo aún tiene un saldo de $13 mil millones
Para avanzar con la nueva iniciativa, la Secretaría de Comercio y el BICE Fideicomisos deben trabajar en conjunto para adecuar los instrumentos legales que dieron origen al Fondo del Trigo «y perfeccionar el mecanismo de acceso de los panaderos, que son miles».
Ese Fondo se creó en marzo como medida para evitar las subas en la bolsa de harina que provocaría el alza internacional del trigo por la invasión de Rusia a Ucrania, dos de los principales productores de trigo del mundo.
Sin embargo, esa medida nunca llegó a implementarse como se esperaba, por el rechazo de los molineros. «Siempre hubo una desconfianza de los molineros de no cobrar lo que les correspondía por el subsidio pero cobraron bien hasta ahora y tenemos un saldo de más de $13 mil millones», reconoció Tanús.
El objetivo, dice, es recaudar unos $30 mil millones. De eso, ya se transfirieron $8 mil millones a los molinos y queda un remantente de $13 mil millones. A esos montos se llega gracias a la recaudación que realiza la AFIP mediante el cobro de retenciones a los derivados de la soja, que desde abril pasaron de pagar de 31% a 33%.
«El fondo se conforma con una pequeña retención que se aplica a los exportadores de trigo que hoy tienen ingresos extraordinarios en millones de dólares. La AFIP lo recauda y lo transfiere a nuestra empresa para que subsidiemos la bolsa de harina», recordó Tanús.
Con la normativa de hoy, «el molino que vende en blanco al panadero recibe el subsidio». Con los cambios, los molinos tendrán los precios liberados y serán los panaderos los que reciban el subsidio del Estado para comprar la bolsa de harina: «Cuando el panadero compre, el Estado le devolverá el dinero».
Un paliativo para bajar la inflación
Este subsidio a la bolsa de harina es apenas un «paliativo» dentro de la complejidad de la inflación. Así lo consideró incluso Tanús.
«Ojalá podamos colaborar todos para que la inflación baje», dijo el funcionario nacional que valoró que «la asunción de Massa generó una confianza en el sector financiero».
Además de la inflación, que es prioridad para el Gobierno nacional, Tanús advirtió que las soluciones deberían abocarse a «regularizar la deuda» y a bajar «la altísima tasa de interés del Banco Central que hoy supera el 70%».
Como ya ha dicho en otras oportunidades, para él éste es un elemento clave a la hora de atraer inversiones y generar empleo. «La industria, la construcción, al campo no invierten porque las tasas están altas», opinó.
Fuente: diariouno.com.ar